Sergio: “Más que una fiesta hay que hacer una misa por el merengue
Cuando
se habla de merengue y sus referentes, necesariamente hay que mencionar
el nombre de Sergio Vargas. El Negrito de Villa es voz autorizada si de
hablar del ritmo autóctono dominicano se trata.
Hoy,
cuando instituciones del Estado, como la Dirección Nacional de Folclor,
deberían tener un programa de celebración por el Día Nacional del
Merengue, la fecha solo es recordada en los medios de comunicación.
Conversamos
con el popular merenguero villalatagraciano sobre cómo encuentra este
día al género que interpreta desde hace más de tres décadas.
Preclaro
en sus planteamientos, Sergio no se anda con rodeos, ni disfrazando
términos cuando se le pide enjuiciar la situación del merengue en estos
tiempos.
“Este
Día Nacional del Merengue encuentro un merengue desintonizado, un ritmo
que puso a brillar a la República Dominicana, principalmente en los
años 80, nos enseña un país con una cultura totalmente decadente”.
En
ese tenor resalta que en otros países el merengue es un instrumento que
se vende como un artículo de lujo, debido a que es muy difícil que en
Latinoamérica se pueda hacer un baile de músicas regionales, como la
salsa, la bachata y las variantes de la música urbana, falte el
merengue.
“Pero
resulta que el país que es dueño absoluto del merengue, como género, es
donde menos se le protege. ¡Y que quede claro! No estoy pidiendo
protección para los merengueros, porque no vamos a caer en lo mismo. La
situación en que se encuentra el género, más que para hacer una fiesta,
es para hacer una misa de cuerpo presente”, expresó el intérprete de
Marola y La quiero a morir.
Aclara
que de hacer una fiesta para celebrar este día se debería hacerse en un
templo pidiéndole a Dios “que meta su mano por un ritmo que lo único
que le ha dado a nuestra Nación son muchas victorias y satisfacciones”.
Sin
embargo Sergio sentencia que a pesar de esa desidia “el merengue no
morirá. Mira, en estos días falleció Rasputín, pero su legado seguirá y
el ritmo al que él le tocó seguirá. Vamos a morir todos y el merengue no
va a morir”.
Academias de música
Sergio
Vargas entiende que se necesitan las academias de música, porque para
que un merengue suene bien hay que tocarlo y cantarlo bien.
“Si
nuestros músicos relevos no tienen las academias será muy difícil. A
principio de los 60 había muchas escuelistas de música en el país y tú
te puedes encontrar, por ejemplo, con los casos de Baní, Montecristi,
Santiago Rodríguez, por mencionarte algunos pueblos lejanos de donde
salieron una cantidad importante de músicos maravillosos”.
EL DATO
Dioni Fernández
Para
el maestro Dioni Fernández, padre musical de Sergio Vargas, el Día
Nacional del Merengue es un reconocimiento a un género que se mantiene
vigente a pesar de la cacareada crisis.
“Para
mí el merengue nunca ha estado en crisis. Eso se le ocurrió a alguien,
le pareció bonito y comenzó a propagarlo. Nuestra música ha seguido
caminando bien, los grupos siguen trabajando, hay una realidad, y es que
los nuevos artistas están alejados del ritmo, aunque hay asomos de
algunos que han hecho fusiones, pero no es merengue 100 por ciento”,
dice el director de El Equipo.
Recordó
que el avance de la música urbana no es solo en República Dominicana.
“Es un movimiento que está vigente en el mundo entero, se siente con
mucha fuerza en la calle, en emisoras, pero eso no significa que el
merengue como género se haya dejado de cultivar”, aclara.
Fernández
asegura que en un 95 por ciento de las fiestas está el merengue, por lo
que la supuesta crisis no existe. “Es una palabra para llamar la
atención. Así que celebro el Día Nacional del Merengue, como tributo a
nuestro género”.(José Antonio Aybar-El Nacional)
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