La discriminación racial azara los bares y discotecas



El malefecio  
Ninguno de los establecimientos que se dieron a la practica de impedir la entrada de clientes por el color de su piel  pudieron mantenerse en el tiempo.

El alegato de que están celebrando una "fiesta privada" para rebotar a los negros es una excusa muy manida, que nadie cree.

En el 2008 Alicia Ortega hizo un reportaje con una cámara oculta mandando a un grupo de jóvenes, negros y blancos,  a una discoteca, y se pudo comprobar cómo sólo dejaron entrar a los "blanquitos", mientras impidieron la entrada de los "negritos".

Cuando reclamaron la razón por la cual  no les permitían la entrada y si a los blancos, los porteros, (negros, por cierto) dijeron que los blanquitos entraron porque eran socios del club, no sabiendo que andaban juntos.

Esos clubes y discotecas racista vivieron la amarga experiencia de  que les cayó un maleficio que dio al traste con sus días de éxito y de gloria.

En una palabra, se azararon, y tuvieron que cerrar sus puertas, en algunos casos a conseciencias de hechos trágicos y violentos que se derivaron de su actitud.

La primera discoteca que se acreditó como racista fue Bella Blue en el malecón, donde ni siquiera querían dejar entrar a Rafael Corporán "por prieto".

Eran los tiempos en que al viejo Corpo lo ninguneaban y le decían "Choporán". 

En Acroarte no tomaban en cuenta su programa Sábado de Corporán hasta que El Zorro llegó a la presidencia de la entidad, y  lo reivindicó, a partir de lo cual fueron muchas las estatuillas que acumuló en su oficina del Circuito Corporán.

A Bella Blue, en cuya entrada había un portero negro le cayó la maldición.

Al italiano dueño de la discoteca  lo encontraron muerto en su apartamento, con la cabeza destrozada por un block de ocho.

Uno de los casos más celebres fue el de Friday en la avenida Tiradentes, que no dejaron entrar a un negro, y este cuando se marchaba disparó un arma de fuego contra el portero, con tan mala suerte que alcanzó a una cliente, banquera, que se encontraba en el local.

A partir de ahí  ese Friday se azaró y quebró.

Otro caso fue  el de Praia, regenteada por un hijo de Hatuey Decamps, donde un portero negro encargado de no dejar pasar prietos, disparó contra un grupo que procuraba entrar y mató a una muchacha.

También se azaró Praia, y al poco tiempo la cerraron.

Loft,  Kiev, London Box, La Chismosa, todas fueron acusadas de discriminatorias y racistas  y con el tiempo desaparecieron.

La Embajada de Estados Unidos en República Dominicana prohibió a su personal de tez oscura que visitaran discotecas como Tonic, de Plaza Dorada, y Loft debido a que  en los mismos aplicaban una política de discriminación racial.

Hay que recordar que existen leyes que prohiben y castigan la discriminación racial.

Que se trata de un hecho que vulnera el artículo 39 de la Constitución de la República, referente a la igualdad entre las personas.
El problema es que las victimas de la discriminación no
apelan a instancias judiciales en estos casos.
Recurren a la violencia, matando porteros, sin percatarse de que son pobres negros esclavos a los que obligan a maltratar a sus congéneress.

La Ley Divina es más poderosa que la humana. Esos lugares, como se ha comprobado, terminan cerrando, y  con sus dueños sumidos en el oprobio y el descrédito, tras haber perdido toda su inversión.

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