Elton John: "La cocaína me convirtió en un monstruo"


Publican parte de las revelaciones que el artista hace en su libro de memorias "Me"
“Comencé a tomar cocaína en 1974. Me gustó cómo me hizo sentir. Esa sacudida de confianza y euforia, la sensación de que de repente podía abrirme, que no me sentía tímido o intimidado, que podía hablar con cualquiera”, cuenta Elton John en un extracto publicado por Daily Mail de su libro autobiográfico próximo a ser lanzado.

“Fue una tontería, por supuesto. Estaba lleno de energía, tenía curiosidad, tenía sentido del humor y sed de conocimiento: no necesitaba una droga para hablar con la gente”, agrega. El libro “Me” de Elton John relata las memorias de su autor. Da un vistazo a sus excentricidades, sus romances y escándalos desde su propia perspectiva.

El texto será publicado por la editorial Pan MacMillan el 15 de octubre (en Reino Unido), pero un nuevo adelanto da detalles sobre la época en que el cantante -ganador de múltiples premios Grammy- dependía de las drogas, el alcohol, el sexo y la comida.

“La cocaína me convirtió en un monstruo”, advierte el autor en el artículo. Haciendo una revisión de su propia vida desde una perspectiva más madura Elton John relata cómo la cocaína hizo que pasara situaciones incómodas. El cantante narra sobre la vez en que fue invitado a tocar con los Rolling Stones en Colorado.

"Si no hubiera estado drogado quizás me habría presentado durante una canción, habría saludado al público y me habría retirado. En cambio, decidí que iba tan bien que me quedaría (…) Durante un tiempo, pensé que Keith Richards seguía mirándome porque estaba asombrado por la brillantez de mis contribuciones improvisadas a su obra. Después de algunas canciones, finalmente penetró en mi cerebro que la expresión de su rostro no sugería realmente una profunda apreciación musical", confiesa. Asimismo, cuenta que en una ocasión despertó en su habitación de un hotel en Cannes con una resaca anormal. Le dolía todo el cuerpo, incluso las manos, y no recordaba absolutamente nada, solo que había estado grabando durante todo un día y luego salió a tomar un vodka martini con Simon Le Bon y Duran Duran.
“Aparentemente volví al set, exigí que comenzaran a usar las cámaras, me quité toda la ropa y comencé a rodar desnudo por el suelo. Mi entonces manejador John Reid que estaba allí, actuando como extra en el vídeo disfrazado de payaso, protestó, una intervención que tomé muy mal. Tan mal, de hecho, que lo golpeé en la cara. Algunos testigos dijeron que parecía que le había roto la nariz. Eso explicaba por qué me dolían las manos, pero estaba bastante sorprendido. Nunca antes había golpeado a nadie en mi vida adulta, y nunca lo he hecho desde entonces. Odio la violencia física hasta el punto de que ni siquiera puedo ver un partido de rugby”.

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