“Se me cayó un santo de su altar”
Marta Quéliz
martha.queliz@listindiario.com
Cuando tenemos a alguien muy bien valorado y, luego incurre en acciones que no nos agradan, los dominicanos solemos decir: “Se me cayó un santo de su altar”. Hoy con mucha tristeza les cuento que me acaba de ocurrir algo semejante. Bastó con que viera el video de Fefita con El Mayor para que se “apagaran” todas las velas que yo le tenía encendidas a una figura de la talla de ‘La Grande’. “No ha matado a nadie”, como escuché a alguien decir. Y es cierto. Pero muchos entienden que con su actuación acaba de “sepultar el respeto” que a base de trabajo, esfuerzo, días de desvelos y mucho sacrificio se ha ganado nuestra merenguera típica.
Para darle al menos el beneficio de la duda, la llevé junto a El Mayor a una ciudad fabulosa donde para ganar seguidores no hay que incurrir en la vulgaridad ni mucho menos fomentar los antivalores. Con agrado vieron cuán importante es dejar un legado en la historia de la música de un país, el cual debe ser construido con letras de calidad y respetando a todo público consumidor de esta. En aquel lugar fabuloso fueron testigos de lo importante que es respetar y respetarse cuando se es figura pública, ya que pueden ser ídolos a seguir por sus fanáticos. Mientras observan el comportamiento de los artistas en esta ciudad, un llamado a “menearse” los devuelve a la realidad, donde el saldo logrado de esta mezcla musical, más que “buena pegada”, lo que ha conseguido es destruir las emociones de una familia que dice no fue consultada para esto, y lo peor de todo: que a muchos se les haya caído un santo de su altar. Ojalá la “soberana” pueda resarcir con su acordeón lo que desde mi óptica ha sido un desatino total.
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