Cabalgando en el caballo de Don Quijote

Cabalgando en el caballo de Don Quijote

El grupo que perdió las recien pasadas elecciones de la Asociación de Cronistas de Arte debería revisarse, y asumir con honestidad la realidad de lo que ha sucedido.

Sencillamente perdieron en todos los frentes y los alegatos que se han pretendido esgrimir para impedir que la nueva directa  sea juramentada los hacen caer en el terreno de un pataleo, infecundo y para nada provechoso.

Dejándose llevar de abogados que desconocen la realidad  de la institución, y que se manejan como si Acroarte fuera una organización política, de estas que cuando pierden las elecciones recurren a instancias para objetar el resultado de las mismas, no han hecho más que caer en un gancho, que los hunde aún más en el desprestigio en que se encuentran, 

Deberían entender que el "palo ya está dado", independientemente de cualquier alegato que se esgrima.

Resulta penoso escuchar las infamias y los denuetos que algunos  emplean, para poner de relieve sus resabios, demostrando con ellos que son muy malos perdedores.

La inquina y la difamación de algunos de los perdedores parece no tener límites.

Ni que se tratara de enemigos, y no de miembros de una misma institución.

Piensan que con ello pueden quitarle brillo al triunfo de sus competidores, y ocultar de alguna manera la mancha que les queda como perdedores.

Perdieron dos veces...en los tribunales y en las urnas.

Y no contentos con ello han buscado perder una tercera vez al tratar de revertir los resultados con escaramuzas baratas, que no han hecho más que exponerlos a otra derrota: La de la opinión pública.

Se olvidan de que Acroarte está en la mirilla y atención de otros conglomerados que está atenta a todo.

Bien ha hecho Jorge Ramos, presidente de Acroarte, con desligarse él y la institución de lo que a todas luce se ve como una absurda patraña de sectores recalcitrantes que  no han sabido asimilar ni aceptar la derrota.

Por lo demás, para nada les luce el andar montados en el caballo de Don Quijote, mientras Sancho Panza goza y se ríe...